"Scendiamo al mercato vecchio, in mezzo alla folla di bottegai e compratori; ascoltiamo queste voci fiorentine discutere di politica o gareggiare in versi alle feste di Lorenzo il Magnifico: l'animo allego e lo spirito pungente della grande città d'arte, nel periodo della sua massima affermazione."

Mi intención era leer libros en italiano de autores italianos (si los leo traducidos, que sea al español, que me resulta más fácil), pero estaba tan emocionada manoseando ejemplares en la tienda del Palazzo della Signoria que no me fijé en que este lo había escrito un francés. Como no tengo nada en contra de los franceses, lo he leído igualmente, aunque ha sido un proceso tortuoso: abarca demasiados años en la historia de la ciudad y tantos aspectos diversos de la misma que no era capaz de digerir tantos nombres, tantos datos, tantos detalles y debía aparcar su lectura durante una temporada. Mes y medio arrastrando el libro.

Es muy curioso ver cómo las modas (no sólo en el vestir, también en las fiestas populares, la comida, la religiosidad) van cambiando a lo largo del tiempo, influidas por las circunstancias más variopintas. Ha sido divertido ver cómo las florentinas burlaban las leyes suntuarias. También me ha admirado la transición desde un Dante que usa el italiano común en una ciudad donde la vida intelectual y artística bulle hasta un academicismo que lo constriñe todo al latín y a los clásicos. La vida palpita en estas páginas. No sé si es que el autor desprende amor y admiración por la ciudad o es que yo los siento y los he visto aumentados.

Como decía, no he conseguido asimilar tanta información, pero algunos capítulos los he disfrutado muchísimo.

¿Qué mejor sitio para liberar libros en italiano que en un aula donde se imparte dicha lengua? El lunes 24 de octubre, a las siete de la tarde, dejaré cuatro libros en la estantería del aula 209 de la Escuela de Idiomas en la Avenida Doctor Fedriani, en Macarena.