Argentina se colapsa bajo el peso de la economía y se ahoga en la densidad de los gases lacrimógenos. Sin embargo, Vera no se abraza al patriotismo para salvarse del naufragio, todo lo contrario, detesta este país que ha dejado sin libros a su patria imaginada: las librerías. Y decide huir con una brújula que no funciona junto a su perro Kantiano, el único ser vivo que no la ha abandonado en esta parte del mundo. De todos es sabido que hay más de una Barcelona: la Barcelona de Vera, la del recién llegado que sobrevive a merced de la suerte; la Barcelona de Eliseo, editor prestigioso que aparentemente lleva una vida cómoda y aburguesada, y quien también, en su día, decidió romper con su destino. Tal vez por este motivo le concede una oportunidad a Vera, como si, indirectamente, se la concediera a sí mismo antes de que sea demasiado tarde. Dos ciudades, dos culturas, dos maneras de entender la vida y la literatura. Y un puente hecho de libros. «Un relato maduro sobre la migración, la vocación y el legado. Un relato autobiográfico inspirado en hechos reales pero con ambición de trascender».

Buenísima recomendación y regalazo de mi AI.

Muy disfrutado, personajes que se hacen querer, tan solos, tan inteligentes y a la vez tan frágiles (aunque lo disimulen haciendo que nada ni nadie les importe) que dan mucha ternura.

Vera sufre quizás por ser así, demasiado lúcida, incapaz de disfrutar de los pequeños placeres, todo lo ve negro por más que intenta. Lo mejor que puede hacer, huir de una país que no termina de querer aunque lo añore... buscarse un futuro mejor, donde al menos no se note tanto esa corrupción (época del corralito).
En España su mayor enemigo es la burocracia, el papeleo eterno... y va encontrando personas, si no iguales que ella, igual de solas y desesperanzadas, cada uno con sus traumas y sus historias que no consiguen dejar en el pasado.
Eliseo, a ratos demasiado cruel, pero también se hace tierno según va avanzando, y la relación entre ellos les salva un poco a los dos.
Me encanta ese perro, con tantas monerías que encandila a casi cualquiera, y que para Vera es más importante que casi todos los humanos que la rodean. Qué lástima de Kantiano.

El libro es bastante triste, pero está tan bien contado, con una prosa tan bonita, que no puedes dejar de leerlo.

Gracias, AI y Vedacris por tan buena recomendación.

Sorpresa navideña que me ha alegrado el día. Un libro al que le tenía muchas ganas.
Muchas gracias Filoloca

Me lo he devorado y claro, me ha encantado. Un libro sobre el exilio, la pérdida, la soledad. El personaje de Vera está genialmente perfilado; esa mujer tan sola, tan aparentemente segura y a la vez tan frágil y tan necesitada del otro. Y Eliseo, otro solitario, enganchado a un amor pasado que no le permite volver a amar. Y en medio de eso el encuentro entre esos dos personajes, que se comprenden, se ayudan y se respetan; me ha emocionado bastante, con sentimientos muy variados, pues aunque la relación me ha resultado muy tierna, te deja un inevitable poso de tristeza.
En cualquier caso ha cumplido con creces con mis expectativas, así que una vez más gracias